Torrevieja (4 de Noviembre de 1930 – 26 de Febrero de 2008)
Hablar de Ricardo Lafuente Aguado, es hacerlo de una grandísima y amplia obra musical, que abarca los más diversos géneros de la música. Obras singulares y de una enorme calidad, pasando desde la música sacra a la ligera. Baste reseñar títulos tan significativos como “Vía crucis en Concierto” o la “Misa en Fa Mayor para voces mixtas” para dar buenos ejemplos de ellos. Sus composiciones se han plasmado en muy diversas formas musicales (lied, poemas líricos, etc…) y muy especialmente también en el género chico español por antonomasia, la zarzuela, estrenando a mitad del siglo XX “La Última Golondrina”, verdadera joya musical, con una trama argumental que se desarrolla en Torrevieja, en sus lugares más emblemáticos y con personajes muy característicos. La música recogida en esta gran obra, que el maestro Lafuente compuso a muy temprana edad, cuando aún no gozaba apenas de conocimientos musicales, dan buena muestra de lo que posteriormente será toda su carrera artística y compositiva.
Pero ante todo Ricardo Lafuente es sinónimo de habaneras. Estamos ante el compositor más prolífico del género a nivel mundial, es el referente más importante del cadencioso compás habanero. De su genialidad han salido las más bellas y hermosas composiciones, que han sido interpretadas por importantes músicos y agrupaciones corales de todo el mundo. Decenas y decenas de obras originales en el compás del dos por cuatro, así como adaptaciones de las más populares habaneras. Títulos tan sugerentes y evocadores como “Habanera salada”, “El ruiseñor y la flor”, “La mulata soñadora”, “La Niña de Guatemala”, y un larguísimo etcétera son grandes ejemplos de la magnífica calidad de sus composiciones.
Gracias a su labor compiladora, ha conseguido reunir un considerable número de habaneras populares, en torno a las doscientas, que editadas en un libro, se han convertido en verdadera referencia bibliográfica para todo aquel que desee adentrarse en el conocimiento y en el estudio de la habanera. Ya lo dijo en una ocasión otro ilustre músico, Francisco Grau, Ricardo Lafuente es orfebre de la habanera. Y es que la facilidad con la que goza el maestro para componer en esta forma musical lo sitúan como verdadero baluarte sólo comparable a otros dos grandes maestros de fama universal y que han aportado mucho a este género, Eduardo Sánchez de Fuentes, compositor de la habanera “Tú”, y Sebastián Iradier, creador de “La Paloma”. El nombre de Ricardo Lafuente, y su habanera “Torrevieja”, se unen al de estos dos grandes músicos, pues como dijera Andrés Moreno Torrevieja ya no sería tan divina sin la habanera del maestro.
Aurelio Martínez López, musicólogo y compositor